Por Marcelo Eduardo Arze (2015)

Terminábamos el taller del Plan de Manejo del Noel Kempff Mercado, en la comunidad de Florida e hicimos una pregunta a la comunidad: ¿Cuál sería el indicador de que la conservación del Noel Kempff no estaría funcionando? Canido D´Orbigni, el cacique de la comunidad contestó: “el día que no podamos ver en el Río Paragua a las Londras (Pteronura brasilensis), sabremos que hemos perdido la batalla”.

Personalmente había trabajado bastante tiempo con la comunidad y no había visto londras por ahí, aunque sí había escuchado algunos relatos. Así que indagué que río arriba, a una hora se podía encontrar una familia.

El taller terminó a las 17:00 así que me presté una canoa, que más parecía una batea, y un improvisado remo de un trozo de tabla y emprendí camino. Había remado una hora exacta y además de hermosas aves y un par de yacarés, no logré ver las londras.

La luz dibujaba un atardecer hermoso, debía dar la vuelta para llegar con luz, me detuve un minuto, cambié de dirección la canoa, y no había metido el remo por segunda vez, cuando un chillido inconfundible que salía del agua, a mis espaldas, empezó a llamarme.

Me di vuelta y una londra gigante, salía dejando ver su inconfundible pecho blanco fuera del agua, sus chillidos parecían decir: “¡Está funcionando, la conservación del Noel Kempff funciona, estoy aquí, estoy viva y mi hábitat está seguro!”.